El empresario que desee invertir en servicios adicionales en su taller de automóviles o que esté interesado en el desarrollo de una empresa de limpieza se encuentra tarde o temprano ante la necesidad de comprar una limpiadora. Los fabricantes ofrecen las tradicionales, con agua, o las más modernas, de vapor. Ambos tipos de máquinas tienen sus ventajas.

El mercado de los servicios de limpieza crece continuamente. La ayuda de las empresas dedicadas a la limpieza y el lavado de automóviles y de espacios no solo es utilizada por corporaciones, sino también por empresas de producción, comerciales y del sector de las PYMES.

Demanda de servicios

La principal motivación para la compra de una limpiadora es sencillamente la demanda de este tipo de servicio. En las grandes ciudades, como Varsovia, Łódź o Cracovia, es seguro que no faltará el trabajo. Esto se debe principalmente al número de habitantes, empresas, edificios de oficinas, etc. Las ciudades más grandes son centros de negocios, donde las limpiadoras encontrarán su aplicación. La compra de una limpiadora u otra influye de manera fundamental en lo que podremos ofrecer a los clientes. Merece la pena ser conscientes de ello.

Limpiadoras tradicionales con agua

Las limpiadoras con agua a presión siguen gozando de popularidad. El principio de su funcionamiento es aumentar varias veces la presión de agua que es empleada, por ejemplo, para eliminar la suciedad. La presión del agua puede oscilar entre los límites 15-20 MPa. Esto permite una limpieza más rápida, más precisa, más eficaz y más práctica. Es una alternativa a la retirada manual de la suciedad. Gracias al empleo de cepillos, lanzas de limpieza y detergentes podemos prestar con éxito servicios de limpieza. Las limpiadoras con agua son populares en el sector de la jardinería, la pavimentación, la construcción, la automoción y los servicios típicos.

Aplicaciones:
– limpieza de fachadas, techos, adoquinados, losas de acera
– limpieza de automóviles,
– limpieza de máquinas,
– limpieza de equipos de construcción.

Limpiadoras de vapor

Las limpiadoras de vapor ofrecen a los empresarios unas posibilidades de actuación prácticamente ilimitadas. Aunque la mayoría de nosotros relacionamos estas limpiadoras principalmente con el servicio de limpieza de automóviles, las aplicaciones de los dispositivos de vapor son muchas más. Esto se debe principalmente a su funcionalidad y a las enormes ventajas que brinda el vapor de agua. Al decidirse por la compra de este tipo de equipo deberíamos ser conscientes de la funcionalidad del dispositivo. Una limpiadora de vapor puede emplearse en cualquier lugar donde no puede emplearse una limpiadora con agua. Se trata principalmente de lugares como: hoteles, pensiones, locales gastronómicos, líneas de producción equipadas con electrónica especializada, centros de producción de alimentos. La tecnología de vapor no provoca la generación de aguas residuales ni residuos químicos, es totalmente neutra para el entorno. Otra ventaja es que no es necesario emplear productos químicos.

Aplicaciones:
– limpieza completa del automóvil: cámara del motor, carrocería, llantas, etc.
– lavado de todo tipo de tapicerías,
– eliminación de manchas de suelos de alfombra y otros,
– eliminación de suciedad de espacios especializados, por ejemplo, salas de servidores,
– limpieza de máquinas y dispositivos, limpieza de líneas de producción,
– limpieza en espacios hospitalarios,
– limpieza de yates y aviones,
– limpieza de espacios de servicios: SPA, salones de belleza, clínicas dentistas, consultas de veterinarios.

Resumen

Hay que pensarse bien la compra de una limpiadora. Como puede verse de la anterior comparación, la compra del equipo debería ajustarse con precisión a lo que hacemos. Una limpiadora de vapor nos ofrece claramente unas posibilidades más amplias y además es más económica (un consumo de agua mucho menor, ausencia de productos químicos para la limpieza, posibilidad de administración de dos detergentes en caliente, así como de aspiración, posibilidad de trabajo de dos personas con un solo equipo).

Las limpiadoras de vapor son también más eficientes. El vapor de agua penetra en la suciedad, no la pulveriza, elimina los olores desagradables y desinfecta. Su temperatura es de 120 grados Celsius, lo que permite eliminar incluso las manchas más resistentes.